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    Cuidado de árboles: ¿Qué hay que saber sobre la poda de árboles?

    La importancia de la poda de árboles

    Como cualquier planta de nuestro jardín, los árboles necesitan unos cuidados adecuados. Uno de los procedimientos más importantes para el cuidado de los árboles es la poda.

    La poda ayuda a los árboles a crecer y florecer mejor. Sin embargo, la poda de árboles no es una tarea fácil; requiere muchos conocimientos y buenas herramientas. Pero ¿Cuáles son las reglas básicas para la poda de árboles y qué herramientas funcionan mejor?


    Tipos de poda

    Según Florama, expertos en poda de arboles Madrid, el tipo de poda adecuado depende de la salud del árbol y de su edad. Existen cuatro tipos básicos de poda:

    • La poda de mantenimiento se utiliza cuando el árbol tiene brotes secos, enfermos o dañados.
    • La poda correctiva se realiza mejor cuando la copa es claramente visible, es decir, durante el periodo sin hojas. Para ello, se cortan los brotes y el crecimiento de los mismos por encima de la forma de la copa.
    • Un corte similar es el corte de conformación, es decir, la poda de crecimiento para dar forma a la corona y hacerla más densa. También soporta árboles en flor.
    • El último es la poda de rejuvenecimiento. Como su nombre indica, se trata de eliminar los brotes más viejos y acortar los restantes. Este corte suele realizarse cada varios años.

    También cabe mencionar que los árboles jóvenes son los que mejor se podan, ya que toleran mejor este tipo de tratamiento y se regeneran y crecen mucho más rápido que los árboles más viejos. Y es precisamente ahora, es decir, en otoño, el mejor momento para dar forma a las copas de los árboles de hoja caduca.


    ¿Cómo y cuándo podar los árboles frutales y los arbustos?

    La poda de árboles frutales es una de las operaciones básicas de mantenimiento que se realizan en el jardín. Si se hace con habilidad y de forma correcta, tendrá un efecto positivo en el rendimiento de las plantas.

    Para el desarrollo saludable de los árboles frutales y los arbustos, no sólo es importante una poda hábil, sino también el momento de la poda que sea conveniente para la especie vegetal.


    ¿Cuándo podar los árboles frutales?

    El momento más habitual, y el mejor, para la poda de frutales por parte de los expertos es a finales de invierno o principios de primavera. Los arbustos y los árboles frutales también pueden podarse en otoño y primavera.

    Los árboles frutales se pueden podar incluso en enero. Sin embargo, las especies más resistentes a las heladas deben seleccionarse para la poda en este momento y las más sensibles deben dejarse para la primavera.

    Los expertos recomiendan podar los árboles antes de la primavera, ya que los procesos vitales de las plantas se ralentizan y el procedimiento de poda no provoca grandes cambios. Con la llegada de la primavera, los árboles podados, para compensar la pérdida de la poda, activan grandes depósitos de hormona de crecimiento.

    Por lo tanto, la poda en otoño o invierno estimula a las plantas a reconstruir las cavidades y a producir nuevas hojas y brotes.

    ¿Cómo y cuándo podar los árboles frutales y los arbustos?


    ¿Cómo y cuándo podar las coníferas?

    La poda de las coníferas es un procedimiento de mantenimiento importante para mantener las plantas en buen estado y con un hábito agradable y es importante elegir el método de poda y el momento adecuado.

    La poda de las coníferas debe realizarse regularmente, según las necesidades del tipo de especie, para que se extiendan mejor y encanten con un hábito denso y compacto.

    Los métodos de poda y el calendario varían de una conífera a otra. También importa si forman setos, crecen en solitario o son arbustos.


    ¿Cómo y cuándo podar las coníferas según la variedad?

    Las coníferas se podan de forma diferente según formen setos o sean árboles o arbustos.

    • Poda de los setos: se realiza en primavera o en verano, durante el año de plantación (las coníferas jóvenes que forman un seto se podan hasta dos veces al año). Después de la plantación, sólo se nivelan las paredes del seto, pero en los años siguientes se acortan los brotes de las plantas en aproximadamente ⅓ de incremento anual.
    • Poda de coníferas: consiste en eliminar o recortar la parte superior. Si el árbol forma dos brotes superiores, se elimina el más débil. Durante este procedimiento, también se puede dar forma al hábito del árbol. Para ello, corte las ramas laterales de forma que la planta se estreche hacia arriba. Las coníferas se podan principalmente en primavera. Las piceas y los pinos la toleran bien, mientras que los abetos sobreviven sin ella. Sin embargo, es conveniente eliminar regularmente los brotes marchitos, congelados y enfermos.
    • Poda de arbustos de coníferas: este procedimiento da a plantas como los tejos o los cipreses una forma muy decorativa. Toleran bien la poda fuerte y el perfilado. Los arbustos de coníferas pueden podarse a principios de la primavera y del verano. Es mejor dar forma a las coníferas jóvenes dos veces por temporada, y una vez en los años siguientes, en primavera. Las ramas marrones se eliminan por completo en el tronco y las restantes se acortan aproximadamente la mitad del crecimiento anual.

    La poda de las plantas, aunque es un tratamiento necesario, deja heridas donde pueden anidar bacterias y hongos. Por ello, recuerde cortar los árboles frutales en un día seco y soleado, lo que reducirá el riesgo de infección. Después de la poda, las heridas grandes pueden untarse con ungüento hortícola y rociarse para proteger las partes afectadas de la planta.

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